Robótica comestible: un paso para nuevas aplicaciones tecnológicas
Científicos ya exploran el desarrollo de componentes robóticos comestibles, lo que podría significar un avance en áreas como la salud.
La innovación tecnológica ha alcanzado un nuevo nivel con la creación de componentes electrónicos ingeribles, y ahora los científicos se adentran en la posibilidad de fabricar robots completamente comestibles. Estos avances prometen revolucionar diversas áreas como el cuidado de la salud, la agricultura y la reducción de residuos.
Dario Floreano, director del Laboratorio de Sistemas Inteligentes en la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), es uno de los líderes del proyecto RoboFood. Esta iniciativa europea busca combinar la robótica y la ciencia de los alimentos para crear robots que puedan ser consumidos y alimentos que funcionen como robots.
Floreano, junto con investigadores de la Universidad de Wageningen, la Universidad de Bristol y el Instituto Italiano de Tecnología, explora qué ingredientes pueden utilizarse para fabricar piezas robóticas comestibles y los desafíos asociados a su producción.
Entre los logros recientes, destaca la creación de una pinza comestible hecha de gelatina capaz de sostener una manzana y luego ser ingerida. Además, los investigadores han desarrollado una batería comestible, recargable y segura, y una tinta conductora hecha de carbón activado y gominolas. Estos avances son cruciales para la fabricación de robots comestibles que puedan utilizarse en la salud, la agricultura y la gestión ambiental.
Sin embargo, el camino hacia un robot completamente comestible aún enfrenta desafíos técnicos significativos, como la integración de componentes electrónicos y comestibles, y la miniaturización de estos dispositivos para hacerlos prácticos y seguros. La combinación de robótica y alimentación no solo abre nuevas oportunidades, sino que también plantea interrogantes fascinantes sobre el futuro de la tecnología y la sostenibilidad.