Universitarios peruanos crean innovador protector contra el dengue

En un impresionante ejemplo de la unión entre la ciencia y la salud, un grupo de estudiantes de Ingeniería Industrial de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM) ha presentado una solución vanguardista en la lucha contra el dengue. 

Los jóvenes ingenieros han desarrollado un repelente electrónico impulsado por energía renovable, incorporando sensores ultravioleta y ultrasonido, con el objetivo de alejar a los zancudos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el dengue se ha extendido ampliamente en Asia y América Latina, incluyendo numerosos países. En el contexto peruano, este año ha impactado en 22 regiones y 538 distritos del país. Hasta el pasado agosto, un total de 25,053 personas, afectadas por diversas manifestaciones del dengue, lograron superar la enfermedad transmitida por el temido mosquito Aedes aegypti.

El diseño, implementado en un contenedor de agua, administra con precisión los dispositivos de luz ultravioleta y ultrasonido. Un detalle crucial: su funcionamiento es sustentado por energía solar fotovoltaica, marcando un paso significativo hacia la sostenibilidad.

La operatividad de este sistema es fascinante. Cuatro sensores de ultrasonido, ubicados en los costados del contenedor, generan ciclos intermitentes de sonidos de baja frecuencia, ideados para repeler a los mosquitos. Por otro lado, la tapa del recipiente cuenta con un foco de luz ultravioleta, activado al cerrar el contenedor, el cual desactiva los huevecillos y las larvas depositados por los insectos.

Finalmente, el ingenioso diseño del prototipo incluye un sistema de alerta que avisa al usuario si la tapa del contenedor de agua se encuentra abierta. Una señal sonora proporciona la información necesaria para que los residentes mantengan su contenedor adecuadamente cerrado, asegurando una protección constante.

Este proyecto representa un claro ejemplo de cómo la ingeniería y la innovación pueden unirse en beneficio de la salud pública. Los resultados obtenidos hasta ahora son prometedores, y el equipo espera que esta solución no solo contribuya a reducir la incidencia del dengue, sino también inspire a más estudiantes a enfocar sus habilidades hacia el bienestar de la sociedad y el medio ambiente.