Crece aceleradamente el uso de robots industriales
La automatización industrial avanza rápidamente, se espera que el 75% de las grandes empresas adopten algún tipo de robot inteligente para 2026.
La adopción de robots industriales ha crecido aceleradamente en la última década, con un aumento promedio anual del 9% desde 2010, impulsado por la necesidad de automatización en la fabricación y otros sectores. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), para finales de 2015 había alrededor de 1,6 millones de robots en uso a nivel mundial, y este número sigue en ascenso, lo que podría transformar el mercado laboral al tiempo que aumenta la productividad en industrias clave.
La industria robótica ha evolucionado notablemente en los últimos años. Esta transformación es parte de la llamada Industria 4.0, donde los procesos de fabricación se han vuelto más rápidos, seguros y rentables. Con el avance de la robótica, se espera que más del 75% de las grandes empresas adopten algún tipo de robot inteligente en sus fábricas para 2026.
El informe “Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo: Tendencias 2023” de la OIT identifica a países como Corea del Sur, Singapur y Japón como líderes en el uso de robótica industrial, lo que refuerza su posición competitiva en el mercado global.
Los 10 países con mayor uso de robots industriales
- Corea del Sur (1,000 robots por cada 10,000 empleados): encabeza el ranking mundial en densidad de robots. Su industria fabricante, especialmente en electrónica y automóviles, ha implementado la robótica a gran escala, lo que fortalece su capacidad productiva y competitividad global.
- Singapur (670 robots por cada 10,000 empleados): con una economía orientada a la tecnología y servicios avanzados, Singapur ha adoptado la robótica para reducir la dependencia de mano de obra y aumentar la eficiencia, impulsando sectores como la logística y la salud.
- Japón (399 robots por cada 10,000 empleados): líder en la fabricación de robots y su adopción, Japón emplea esta tecnología principalmente en la industria automotriz y electrónica, siendo un pilar esencial de su estrategia económica.
- Alemania (397 robots por cada 10,000 empleados): con su fuerte industria automotriz y de ingeniería, Alemania destaca en la automatización, promoviendo fábricas inteligentes que integran robots para mejorar la eficiencia y mantener su posición en la economía europea.
- China (322 robots por cada 10,000 empleados): aunque su densidad de robots es relativamente menor, China ha aumentado rápidamente su adopción de robótica, especialmente en manufactura y ensamblaje, en su transición hacia una economía basada en la tecnología.
- Suecia (321 robots por cada 10,000 empleados): en Suecia, la robótica ha ganado terreno en sectores como la minería y la industria pesada, permitiendo operaciones más seguras y eficientes en entornos complejos y demandantes.
- Hong Kong (304 robots por cada 10,000 empleados): aunque su fabricación es menor en comparación, Hong Kong ha incorporado robots en sectores de logística y servicios para mejorar la calidad y reducir los tiempos de operación.
- Taiwán (276 robots por cada 10,000 empleados): con una industria de tecnología avanzada, Taiwán utiliza la robótica en la fabricación de semiconductores y productos electrónicos, contribuyendo a su ventaja competitiva en exportaciones tecnológicas.
- Estados Unidos (274 robots por cada 10,000 empleados): la robótica en EE. UU. UU. se concentra en la industria automotriz y la logística, con un enfoque en la optimización de procesos y en el desarrollo de tecnologías avanzadas de inteligencia artificial y automatización.
- Eslovenia (249 robots por cada 10,000 empleados): este país europeo ha integrado la robótica principalmente en su industria manufacturera, enfocándose en la mejora de calidad y eficiencia, especialmente en la producción de bienes de consumo e ingeniería.
Sin embargo, la automatización global presenta desafíos para la estabilidad del empleo en industrias tradicionales. La OIT destaca que, si bien la robótica puede generar nuevas oportunidades de trabajo, los empleos de baja cualificación pueden estar en riesgo si no se implementan políticas adecuadas para facilitar la transición laboral y la capacitación. La clave estará en distribuir equitativamente los beneficios de la automatización para evitar desigualdades en la fuerza laboral.