La filtración de Sora desató una tormenta entre OpenAI y los artistas
Una herramienta revolucionaria en medio de la controversia
El generador de videos Sora, una de las apuestas más ambiciosas de OpenAI, ha sido objeto de atención mundial aunque no por las razones que la compañía habría deseado. Un grupo identificado como Sora PR Puppets filtró el acceso a esta herramienta, alegando protestas contra las prácticas de la empresa y la falta de compensación justa a los artistas que colaboran en el desarrollo de la tecnología.
Sora busca revolucionar la creación audiovisual mediante inteligencia artificial. La herramienta promete generar clips de video a partir de simples descripciones de texto, abriendo nuevas posibilidades creativas. Sin embargo, aún se encuentra en fase experimental, con desafíos técnicos pendientes de resolución, como la mejora en tiempos de procesamiento y la consistencia visual.
A pesar de sus limitaciones actuales, Sora ya muestra el potencial para competir con otras plataformas de generación de video, como Runway y Stability AI, empresas que avanzan rápidamente en este terreno. Pero el camino de OpenAI no ha sido fácil, especialmente tras las tensiones desatadas por la filtración.
El grupo Sora PR Puppets compartió un proyecto basado en la API de Sora en Hugging Face, permitiendo a cualquier usuario generar videos de hasta 10 segundos con solo describir el contenido. Esta acción utilizaba tokens de autenticación aparentemente obtenidos de un acceso anticipado.
En pocas horas, las redes sociales se inundaron de videos generados con Sora, todos marcados con el sello distintivo de OpenAI. Sin embargo, el acceso fue clausurado rápidamente por la empresa, que bloqueó la herramienta tras solo tres horas de disponibilidad pública. Este breve lapso fue suficiente para desatar un intenso debate sobre el control de OpenAI y el trato a la comunidad artística.
El grupo detrás de la filtración criticó las restricciones impuestas por OpenAI y su enfoque en la autopromoción. Según ellos, los artistas que participan en las pruebas tempranas de Sora no solo trabajan sin compensación adecuada, sino que también enfrentan limitaciones para compartir libremente sus creaciones.
“Esto no es un programa de expresión creativa, sino una estrategia de relaciones públicas para una empresa valorada en USD 150 mil millones”, señalaron en un comunicado publicado en Hugging Face. Además, denunciaron que las producciones generadas con Sora deben ser previamente aprobadas por OpenAI, restringiendo la libertad creativa de los usuarios.
Por su parte, OpenAI defendió la naturaleza voluntaria del programa y aseguró que ha ofrecido acceso gratuito, junto con subvenciones y apoyo en eventos creativos. Según un portavoz, la empresa trabaja estrechamente con artistas para garantizar que Sora sea segura y útil, pero no detalló los criterios específicos para un uso "responsable" ni las razones detrás de las restricciones.
Mientras OpenAI continúa entrenando a Sora con millones de horas de contenido para superar sus limitaciones técnicas, también enfrenta la presión de recuperar la confianza de la comunidad artística. Competidores como Runway, respaldado por acuerdos con productoras como Lionsgate, y Stability AI, con el director James Cameron en su junta, representan una amenaza creciente en este mercado.