Computación cuántica de Google supera un reto histórico
Google presenta el chip Willow, capaz de reducir errores cuánticos y realizar cálculos en minutos que tomarían mil millones de años a computadoras clásicas.
Google anunció un importante avance en computación cuántica con su nuevo chip Willow, capaz de realizar cálculos que a las computadoras clásicas les tomarían mil millones de años. Este progreso, publicado en la revista Nature , representa un paso clave en la construcción de máquinas cuánticas prácticas y más confiables. “Estamos más allá del punto de equilibrio”, aseguró Hartmut Neven, líder de la unidad de IA cuántica de Google.
El chip Willow, compuesto por 105 qubits, ha superado los problemas de errores comunes en esta tecnología, gracias a un sistema de encadenamiento que reduce las tasas de error a medida que aumenta el número de qubits. Este desarrollo, que permite la corrección de errores en tiempo real, coloca a Google a la vanguardia frente a rivales como IBM y Microsoft en la carrera por dominar esta tecnología revolucionaria.
Aunque el problema matemático resuelto por el chip no tiene aplicaciones comerciales inmediatas, Google tiene grandes expectativas para su tecnología. Según la compañía, las computadoras cuánticas podrían transformar campos como la medicina, la química de baterías e incluso la inteligencia artificial. Este avance es especialmente relevante en áreas donde las computadoras actuales no logran ofrecer soluciones viables.
Anthony Megrant, arquitecto jefe de Google Quantum AI, destacó la importancia de las nuevas instalaciones de la empresa en la fabricación de chips cuánticos. Estas instalaciones, diseñadas para acelerar el desarrollo de los chips, permitirán realizar pruebas más rápidas gracias a criostatos, enormes refrigeradores que enfrían los chips para experimentos. “Queremos que las ideas innovadoras pasen rápidamente de la teoría a la práctica”, explicó Megrant.
El anuncio subraya el compromiso de Google con el desarrollo de qubits más confiables, en lugar de enfocarse exclusivamente en aumentar su cantidad. Este enfoque estratégico podría cambiar el panorama tecnológico, sentando las bases para una nueva era de innovación y capacidades computacionales sin precedentes.